<%@LANGUAGE="VBSCRIPT" CODEPAGE="1252"%> CASTILLO DE LOS SANTOS
 
CASTILLO DE LOS SANTOS
 


 
 
 
Después de unos cuantos años de andadura por el Parque de la Sierra y Cañones de Guara, no deja de sorprenderme la gran cantidad de parajes de gran belleza que en dicho Parque podemos encontrar y la enriquecedora historia que hay detrás de cada uno de estos rincones. Hoy iremos hasta los restos del Castillo de los Santos en la Sierra de Sevil, establecemos como punto de partida Radiquero, al norte del pueblo parte una pista dirección San Pelegrín, a lo largo de este camino en los primeros tramos transitamos entre parcelas de almendros y olivos, conforme avanzamos veremos el terreno yermo abancalado, utilizando para este fin mampostería irregular. Unos metros antes de llegar a San Pelegrín podemos ver los Abrigos de Quizans (pinturas rupestres, arte esquemático). También hay otra pista que tiene como punto de partida unos metros antes de llegar al aparcamiento de Alquézar. Como en toda excursión llevaremos la indumentaria adecuada, ser conscientes de nuestras condiciones físicas, llevar móvil, no ir solos, etc.



   
LLegamos a San Pelegrín. Para la construcción de los muros de los edificios utilizaban básicamente la piedra, materia prima muy abundante en esta zona. Destaca la Iglesia dedicada a la Natividad de Nuestra Señora, de mampuestos bien trabajados dispuestos en hileras regulares, variando el tamaño. En la salida del pueblo la puerta de acceso de una vivienda se compone de un arco de medio punto compuesto por 13 dovelas en la central podemos leer año 1112, las jambas de sillería, y en la parte inferior el branquil. La abundancia de la piedra hace que en algunos tramos de las calles del pueblo tomen un aspecto adoquinado.
 



   
 
Pasamos por delante de dos parideras en las cuales se utilizó para la construcción de sus muros mampostería de tamaño irregular así como su disposición, los cubiertos semiderrudidos buscan la orientación sur de este modo aprovechaban el calor de los rayos de sol más oblicuos en invierno, el suelo presenta una ligera pendiente hacia el este para evacuar las aguas de la lluvia. Nos sorprende las reducidas dimensiones de alguno de los mampuestos que se utilizaron, son reseñas que nos recuerda esa economía de subsistencia, basada en la agricultura y ganadería, nos sorprende como han cambiado las técnicas del pastoreo, observamos como un rebaño de ganado, va avanzando por la pista mientras el pastor las dirige desde un todo terreno .



   
A escasos metros entre un cúmulo de mampuestos se aprecia una pequeña construcción de mampostería de base semicircular, utilizada para refugiarse y guardar los aperos de labranza .A fecha de hoy estas parcelas están yermas, en las márgenes podemos ver algún almendro.
 



   
 
Dejamos a mano izquierda el desvío que nos lleva a la ermita de la virgen de la Viña , (hay barrera). El pinar da paso a las carrascas y buchos, cuando nos aproximamos al Mesón aumenta la presencia de erizón, a mano izquierda apreciamos los restos de una construcción bien visible un arco.


 
   
Llegamos al Mesón de Sevil, en la vertiente este se aprecia un muro de mampostería, la extensión de terreno que lo rodea está abancalada lo que nos indica que era cultivada. Delante del mesón quedan los restos de una pequeña construcción de mampostería.



 
Desde el aparcamiento un hito marca el inicio de la senda que nos llevará al Castillo de los Santos (dirección noroeste). En los primeros tramos abunda el erizón, atravesamos un pinar, en alguno de los tramos los jabalís han removido el terreno en busca de raíces, el pinar de nuevo da paso a la carrasca, en alguno de los tramos ya divisamos los restos de la torre.



 
En la base del macizo de roca se aprecian numerosas oquedades y covachos. Cruzamos el barrando los Santos, observamos una pequeña poza cilíndrica.



 
Divisamos el emplazamiento del Castillo de Naya, aunque únicamente queda algún sillar. Esta situado sobre un espolón rocoso de difícil acceso es necesario escalar.



 
Como en todas las excursiones que hacemos dedicamos un tiempo a observar el paisaje, escuchar el sonido del campo, respirar su aroma, tomamos asiento sobre una roca caliza para contemplar la belleza de toda esta zona. Este enclave nos ofrece una nueva perspectiva del Tozal de Guara, Cubilar, Cabeza, la cuenca fluvial del Río Isuala encajonada en la roca. Donde se conjugan diferentes tonalidades grisáceas azuladas de los picos, con alguna pincelada verde claro del erizón, conforme se desciende el verde de forma progresiva adquiere tonos más fuertes de la carrasca.



 

En las proximidades del Castillo se encuentran los restos de la Ermita del Cementerio (estilo románico, se puede fechar entorno al siglo XII), rodeados de carrascas. Nave rectangular y ábside semicircular. De mampostería dispuestos en hileras regulares unidos con argamasa.




 

Situado en un espolón de roca caliza, de difícil acceso son bien visibles: una torre campanario de planta cuadrada, en los primeros metros se utilizo en su construcción sillería, conforme gana en altura se paso a sillarejo, puerta de acceso bajo un arco de medio punto, (data del S XI),




 

Posteriormente se añadió a esta torre en la vertiente sur una iglesia de nave rectangular, y ábside semicircular. (S XII, estilo románico)

   
   
Bibliografía consultada sobre el castillo: Románico en Aragón (José Luis Aramendia), Torres y Castillos del Alto Aragón, (Adolfo Castán)


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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral