<%@LANGUAGE="VBSCRIPT" CODEPAGE="1252"%> POR TIERRAS DE BELSUE
POR TIERRAS DE BELSUÉ
 
 


 
 
 

A pesar de ser agosto la mañana había salido fresca, la masa arbustiva nos indicaba que soplaba el cierzo. Con las primeras luces del día partiendo desde Huesca tomamos dirección Arguis punto en el cual siguiendo por la carretera vieja hasta el túnel de la Manzanera , donde tomamos el desvío dirección Belsué. Una vez en esta pequeña localidad situada en un pequeño tozal, realizamos un breve recorrido por sus calles, casas de mampostería, predominando los tejados de losas, puertas adinteladas, alguna chimenea troncocónica y la torre de la Iglesia que poco después comprobaremos que sigue el mismo patrón que la de Santa María de Belsué.
Como en toda excursión llevar la indumentaria adecuada, no cometer imprudencias, ser conscientes de nuestas condiciones físicas, no ir sólos, llevar móvil, mapa, etc.

 
 
 
 
 


 
 
Partiendo desde Belsué tomamos la senda que se dirige a Santa María de Belsué. Si bien en Arguis son abundantes las margas, en esta zona también están presentes, es curioso ver la inclinación de la estratificación del terreno, llegando a formar en algunos tramos un canal natural cuyas paredes son los propios estratos inclinados. Pronto llegamos a la pardina de Ascaso, varios edificios y el terreno aterrazado denotan que hubo una gran actividad en este paraje junto al río Flumen. Un amplio corral de planta rectangular, paredes de mampostería, con una tiña de grandes dimensiones, tejado de cuatro aguas, de losas, en la pared este no tiene ninguna ventana, en la sur además de tener la puerta de entrada, tiene 4 ventanas dos a la derecha de la puerta una encima de otra y dos a su izquierda, el espacio interior esta dividido en dos alturas por maderos sin tener suelo de material, el espacio superior dedicado a almacenar hierba, en la pared norte hay una pequeña puerta de acceso a este espacio. El edificio utilizado como vivienda, el tejado no ha podido resistir el paso del tiempo, pero hay un hecho que lo caracteriza las simetrías, en la fachada de entrada por la cara sur las ventanas y puertas son simetrías respecto a un eje central.
 
 
 
 
 
 
 
 
Dejamos atrás la pardina y seguimos por la senda paralela al pétreo cauce del Flumen, la senda se interna durante unos metros en un pequeño pinar, al ser zona de umbría abunda el musgo. La cual confluye con el río para cruzarlo, en el centro del cauce quedan los restos del pilón central de un pequeño puente. En pocos minutos tras seguir la senda bordeada por un muro de piedra seca llegamos a Santa María de Belsué, quedan en pie algunas paredes de varios edificios, como el que podemos ver en la imagen, puerta adintelada, en las esquinas mampuestos trabajados.
 
 
 
Iglesia de Santa María de Belsué, de planta rectangular, mampostería trabajada, dispuesta en hileras regulares, en la parte exterior del ábside esta decorada con friso de arquillos ciegos, torre construida sobre el ábside. En la cara sur unas escaleras daban acceso al campanario, tejado de dos aguas.
* Debieron de levantarla artesanos locales que conocían el sistema decorativo lombardo, de este modo, lo aplicaron en una planta de tradición hispano-visigoda, a mediados del siglo XI. Torre siglos XVII-XVIII (Adolfo Castán, bibliografía citada a pie de página*)
 
 
 
La puerta de acceso arco de medio punto 6 pequeñas dovelas, jambas de sillería, y el branquil en la parte inferior, en el interior la puerta esta adintelada, un pequeño banco en la pared sur y en una roca cilíndrica se ha tallado la pila del agua. El altar bóveda de medio cañón. El tejado de dos aguas no ha podido resistir el paso del tiempo. Puerta de la sacristía adintelada jambas de sillería .

 
 
Dejamos a mano izquierda Lúsera, situado a 932 metros de altitud se documenta entorno al siglo XIII. Desde nuestra posición destaca la Iglesia de San Miguel, del siglo XVIII. Tras pasar un pequeño puente de dos arcos de fábrica moderna nos detenemos durante unos minutos para observar la labor escultórica realizada en el cauce del barranco de Lúsera.

 
 
Seguimos la senda por la vertiente oeste del embalse de Belsué, y Cienfuéns entre pinos y buchos, el cierzo formaba un pequeño oleaje que rompía en las orillas, la pequeña pista transcurre entre túneles admiramos en algunos tramos la verticalidad del acantilada en el cual hay gran cantidad de covachos y oquedades, en esta zona se sitúa la Cueva del Toro, en dicha cueva se encontró cerámica paleocristiana e hispanovisigoda
 
 
 

Una vez rebasada la presa de Cienfuéns, podemos escuchar la sonoridad del Flumen, la senda transita entre buchos y carrascas, poco a poco nos alejamos del río, después de unos minutos podemos contemplar el Salto de Roldán.
Tras pasar una zona abancalada donde todavía queda alguna pequeña construcción llegamos al dolmen de Belsué situado en un pequeño tozal, el paso del tiempo ha hecho mella en el, uno de los ortostatos(losa vertical) no ha podido resistir el peso de la losa horizontal. Estas construcciones son la reseña que nos indican que estas tierras ya estaban pobladas en la prehistoria.

 
Bibliografía: Mesas de interpretación de la zona. Lugares Mágicos de Adolfo Castán.* Arquitectura militar y religiosa del Sobrarbe y Serrablo meridional de Adolfo Castán.
ver artículo pdf pag1 , ver artículo pdf pag2
 
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral