La finalidad de estas
construcciones era servir de refugio mientras se procedía a esconjurar
las tan temidas tormentas que en unos minutos podía terminar con el
trabajo de gran parte del año, con la ayuda de plegarias agua bendita y
alguna imagen de algún santo. El esconjuradero de Cruz Blanca se
encuentra en el terreno particular de San Cosme sirviendo de linde con
el termino municipal de Coscullano por el norte.
Se encuentra a 905 m. de altitud es construcción de planta cuadrada,
6,45 m de lado exterior, 4,95 m por dentro. Sus paramentos miden 0,74 m.
de grosor, integrando mampostería, piedra tosca en los arcos y parte
alta de esquinazos, alero de ladrillo y teja árabe para el cubrimiento.
La pared este acoge una pequeña hornacina de poco fondo y desarrollo,
serviría para colocar cirios encendidos complementarios del rito
religioso destinado a calmar las tempestades, y tal vez para colocar
alguna cruz, virgen o talla de santo protector de los frutos del campo.
El tipo de materiales, el alero de ladrillo ordenado decorativamente y
la cronología del entramado arquitectónico asociado a San Cosme son
premisas para fijar su construcción en el s. XVIII. Otra cuestión es
la razón de su situación. Probablemente debido a que confluyen todos los
caminos de herradura procedentes de los núcleos romeros circundantes:
Almunia del Romeral, Los Molinos de Sipán, Loscertales, Coscullano,
Aguas y Panzano.
La superficie interior
esta fuertemente ahumada como resultado de su prolongado uso como
refugio pastoril.